miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cosas que deberían imitarse

Tras el clásico Barcelona-Real Madrid se han dicho muchas cosas, pero todas se resumen en dos: estilo de juego y proyecto deportivo.
Por un lado está Pep Guardiola, siempre fiel a su estilo: mucho toque, circulación rápida del balón, siempre al frente y alentando el juego total aprendido en sus años de futbolista en la entidad catalana bajo la batuta del maestro Johan Cruff.
En el otro lado de la balanza está Mourinho, el hombre frío, el apodado "The Special One", el que dice que no es el mejor entrenador del mundo pero que no hay nadie como él, el hombre provocativo y polémico.
En definitiva, dos visiones distintas de ver la vida y el fútbol. A Mourinho le habían salido bien las cosas durante la temproada, con un equipo agresivo y, de vez en cuando, ocultando el balón (no en vano pasó por el fútbol italiano, los especialistas en el 'catenaccio').
Pero ante el Barcelona se desdibujó, pasó desapercibido -él y su equipo-, sin ideas claras de cómo plantarle cara al juego del Barca.
El otro factor determinante en el partido es el proyecto deportivo del Barcelona, de donde se deriva su estilo de juego. El Barca lleva más de tres décadas practicando el 'fútbol total' y de alimentar a su cantera.
El Madrid, en cambio, se ha conformado con armar 'equipos galácticos' con las estrellas del momento. Como dien por allí, se trata de 'cantera vrs. cartera'. El resultado lógico: el 5-0 del 29 de noviembre de 2010, el 2-6 de la temporada anterior, los seis títulos del Barca en una sola temporada y la blanqueada merengue de los últimos años.
Conclusión: todos los equipos del mundo deberían imitar la filosofía del Barcelona, la de fortalecer su cantera, la de trabajar en un proyecto bien establecido, el de privilegiar el juego de conjunto, el de la disciplina, la humildad y el compromiso.

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