Aquí es invierno. Debo confesar que es una de mis estaciones preferidas por sus cielos grises, la brisa fresca, los días de lloviznas e incluso por los truenos a la medianoche.
También son mis meses favoritos porque leer con este clima es estupendo, más si estoy acompañada de una taza de chocolate con leche caliente.
De todas maneras dentro de un par de días viajaré a California, y allá el sol abrasador es el rey absoluto en pleno verano. Con ese horizonte cercano y sin mayores planes para los próximos tres meses, me puse a hurgar en mi librera y rescatar del olvido algunos títulos. Aquí están los cinco del verano.
1. Infierno verde, de Luis Eladio Pérez. Hace unas semanas leí No hay silencio que no termine, donde Ingrid Betancurt relata su vida durante los más de seis años que permaneció secuestrada en la selva por las FARC. En ese tiempo conoció al ex senador Luis Eladio Pérez, quien en Infierno Verde cuenta su versión de esos días y la manera en que se sobrepuso a más de tres comas diabéticos y una serie de enfermedades.
2. Lejos del infierno, de los soldados estadounidenses Marc Gonsalves, Keith Stansell y Tom Howes. Este título es para continuar la historia de los secuestrados por las FARC a inicios del año 2000. Los militares norteamericanos tuvieron muchos roces con Ingrid Betancurt en la selva, y en este libro cuentan su versión de los hechos y la forma en que el cautiverio cambia las relaciones interpersonales.
3. Los cínicos no sirven para este oficio, de Ryszard Kapuscinski. El periodista polaco muestra en estas páginas la forma de entender y hacer periodismo, además se incluyen dos entrevistas realizadas al autor en la década del 90. No se me ocurre nada mejor para celebrar, aunque sea con cierto retraso, el día del periodista.
4. Las pequeñas memorias, de José Saramago. Desde que leí su biografía ha crecido cada vez más mi interés por este escritor portugués. Antes de conocer su historia solo había leído los Cuadernos de Lanzarote, pero luego me atrapó El año de la muerte de Ricardo Reis y El evangelio según Jesuscrito. Hace un tiempo compré Las pequeñas memorias y lo había dejado relegado, pero ahora le llegó su tiempo.
5. El Hobbit, de J.R.R. Tolkien. Se trata de otro autor del que me prendí el año pasado, y aunque suene fuera de onda debo admitir que hasta el año pasado no había visto las películas de El señor de los anillos. Pero bastó leer Cuentos desde el reino peligroso para que mi curiosidad por la literatura de Tolkien se acrecentara. El Hobbit estaba en mi librera, medio abandonado, pero en estos meses me adentraré en el mundo fantástico de Tolkien.
P.D.1. También en estos meses debo memorizarme el Manual del conductor de California y hacer el examen de conducir en L.A. (Eso de leer sobre señales de tránsito no me atrae en lo más mínimo).
P.D.2. Podría haber añadido otros títulos en lugar de estos, en especial de los primeros dos, pero esos los tengo en formato electrónico y no debo meterlos en la maleta.
P.D.3. Este blog es de deportes, pero en el mes de julio me tomé ciertas libertades. Espero regresar pronto al camino..
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