jueves, 14 de julio de 2011

Lo que era y lo que es

«Este hombre no ha sido siempre este hombre. Este hombre era otro hombre antes», Juan Gabriel Vásquez, El ruido de las cosas al caer.

Desde siempre sentí una atracción desmedida por las edificaciones antiguas o abandonadas, quizá en gran parte por la sensación de inmiscuirme en una época y en unas vidas borradas por el tiempo y que nada tenían que ver conmigo.
Allí, en medio de las ruinas, me resulta imposible dejar de imaginar cómo debió ser aquello antes de convertirse en un despojo, en quienes frecuentaban esos lugares o en quienes los habitaron, en si fueron felices, en por qué se fueron y en por qué no regresaron.
Lo mismo me pasa con la gente. A veces me sorprendo imaginando cómo eran antes de ser quienes son ahora, y en qué momento decidieron dejar atrás (si es que lo decidieron) todo lo que eran.
Incluso, mientras hacía un reportaje en mis años de estudiante de periodismo, un entrevistado me dijo que no hablaba mucho y que el tiempo se me iba en ver. Y así era, veía cómo me hablaba, sus gestos, si desviaba la mirada, el movimiento de sus manos, la forma en que había decorado su oficina…
Pero eso no sucede solo con los inmuebles y los otros, también pasa conmigo, y a veces, como hoy, pienso en lo que solía ser y en lo que soy.
Por decir algo, aunque parezca risible, hace un par de años mi inspiración en los días de cierre era el partido sabatino del Águila.
Imaginarme viendo a mi equipo favorito –y mejor aún, imaginar que ganaba y llegaba a la cima de la tabla de clasificación por encima del Fas y el Alianza- me ponía de buen humor y hacía que las ideas fluyeran con más rapidez en mi cabeza.
También me alegraba la celebración de un evento deportivo importante, en especial si era de fútbol (solo quien tiene un equipo favorito, un deportista preferido o al menos se siente atraído por el periodismo deportivo entiende los sentimientos experimentados en esos escenarios).
Pero algo cambió con el paso del tiempo. Yo ya me lo sospechaba, pero ahora me queda claro: Yo era otra antes, y ahora no soy quien fui.
Por poner un ejemplo en el plano deportivo (porque este blog habla de deportes y ahora no se me antoja romper la regla), en este mes de julio ha habido eventos futbolísticos de primer nivel: el Mundial Sub17, la Copa del Mundo femenino y la Copa América ¡y apenas me enteré!
De los juveniles no vi ningún partido, de las mujeres unos 20 minutos en lo que va del torneo y de la Copa América solo los tres juegos de los brasileños.
Esto es una señal inequívoca de que algo cambió. Ahora pensar en los partidos sabatinos del Águila no me inspira demasiado, ni me invade la culpa al dejar de ver un juego del campeonato continental.
Por eso al leer la frase “Este hombre no ha sido siempre este hombre. Este hombre era otro hombre antes”, en la novela El ruido de las cosas al caer, sentí que el autor la escribió para mí.
Y así como pienso en cómo era un lugar antes de ser abandonado y en cómo era la gente hace un tiempo, también reflexiono que hoy no soy quien fui. Pero como la vida da mil vueltas, quizá dentro de un rato regrese a ser quien era, o tal vez no.

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