Suerte que la Liga Mayor de Fútbol se juega cada fin de semana -con algunas excepciones-, y así los seguidores del Águila tengamos tiempo para reponernos al aluvión de sentimientos que nos hacen padecer partido tras partido.
Al inicio de la temporada fueron etiquetados de "galácticos" debido a sus contrataciones. No es para menos, en el Águila juega media selección nacional y un par de los internacionales más rentables.
A pesar de todo, el equipo emplumado ha navegado por aguas turbias en las pocas semanas de iniciado el torneo. En cinco fechas ya hubo sublevación de los jugadores, el despido de un técnico y dimes y diretes de dirigentes, jugadores y aficionados.
Este fin de semana, después del escándalo, el Águila resurgió como el ave fénix. Tras la derrota ante el Fas (la única del equipo santaneco en el Apertura), los migueleños se impusieron 4-1 al actual campeón, el Metapán.
Aunque el marcador es abultado, también es engañoso. Con una ventaja de 2-0 y con un hombre de más en el terreno de juego, el Metapán sacó su casta de campeón y acorraló durante todo el segundo tiempo a los dirigidos por Eraldo Correia.
Allí fue cuando se empezó a repetir la misma historia, la de sufrir hasta el último minuto. Así, tras los goles y la alegría, llegaba el más cruel de los sufrimientos. ¿Será que nunca veremos jugar al Águila sin tanta angustia? Ojalá que sí, por el bien del equipo y los aficionados.
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